miércoles, 3 de agosto de 2011
Vocación
Hoy quisiera escribir sobre la vocación, ya que es un tema que me ha tocado de cerca en mi vida. Voy a comenzar por transmitirles mi experiencia. En la infancia sentí la vocación de ser bailarina clásica y maestra, pero en ese momento mis padres no le prestaron demasiada atención, ya que eran otros tiempos y no se le solía dar tanta importancia como ahora a la vocación y a las aptitudes que se manifiestan a tan temprana edad. Así es que por mandato familiar seguí estudiando Comercial y me recibí de Perito Mercantil.
Pasados los años, hoy caigo en la cuenta de la importancia de que los padres presten mucha atención a lo que sienten sus hijos y que escuchen su deseo personal. Considero que es fundamental en la vida desarrollar la vocación que uno siente para sentirse bien con uno mismo y al mismo tiempo, con los demás.
En mi experiencia de vida, con la ayuda de mi terapia y también gracias a mi gran sensibilidad, he llegado a comprenderme mejor a mi misma. Por esta razón es que hoy decidí compartir con ustedes lo que me ha tocado vivir, con la idea de que tal vez les pueda servir a otras personas. En lo personal, me gustaría darle mi opinión a los padres, abuelos, tíos y a la familia en general, acerca de lo fundamental que es observar mucho la conducta y los gustos de los niños para que se desarrollen con plenitud. Asimismo, pienso que es indispensable que los padres acompañen a sus hijos en el camino hacia el descubrimiento de su propia vocación, sin confundir lo que ellos mismos desean con lo que es el deseo de sus hijos.
Pese a que no logré concretar mis expectativas con respecto a mi vocación, me gustaría aclarar que no siento ningún tipo de resentimientos hacia mis padres. Ellos fueron dos pilares muy fuertes, que estuvieron siempre cerca mío y a quienes debo gran parte de lo que soy hoy; heredé de ellos muchos valores y me marcaron a fuego en mi vida, especialmente mi papá.
Estoy muy agradecida de poder tener este espacio a través del cual puedo transmitir mis vivencias y compartir con los amigos que me han apoyado y me ayudan en este nuevo camino que emprendí. También quisiera agradecer especialmente a mi amigo del alma, gracias al cual he crecido mucho en este tiempo, y me ha ayudado a ser mejor cada día.
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