Mi nieta me comenta, que la maestra la había felicitado por sus valores humanos porque considera que es una niña humilde, generosa y provenía de una buen familia.
En general charlamos mientras compartimos la merienda tomando el te ya que tenemos un hermoso diálogo.
En mi rol de "Abuela" prefiero que esté acompañada no me gusta dejarla sola, le pregunto cómo le fue en el colegio, pero no le miro el cuaderno, sólo lo hago cuando me comenta que tuvo una prueba, y de estas charlas surgen muchos temas interesantes que disfruto y producen mayor acercamiento y crecimiento, por ejemplo me comenta que cuando algunos compañeritos pelean, ella siempre trata de hablar con ellos para que superen esa situación, es muy solidaria y observo que ya tiene esa vocación de querer ayudar a resolver los problemas de los demás.
Esta actitud me llena de orgullo y también veo que se parece a mí en algunas de sus actitudes lo que me hace muy feliz y me gratifica.
Como en toda familia, hay desencuentros, me gustaría que ella no viviera situaciones difíciles en su entorno más próximo.
A esta altura de mi vida he vivido desiluciones de parte de algunos familiares y deseo de todo corazón que mi dulce pueda vivir plenamente su infancia, tanto en el colegio como en su casa.
Esta relación la disfruto mucho y la rescato especialmente y desde mi lugar aporto mi granito de arena para que sea una niña con los mejores recuerdos de su niñez.
Siento una nostalgia, que tiene su aspecto positivo, de poder verla con sus nuevas experiencias de adolescente, sus quince, su primer beso, poder seguir aconsejándola ya que soy una abuela joven y trato de que por medio de las redes sociales mantenerme actualizada para animarla a que se exprese, supere la timidez.
Para mí me es más fácil expresarme escribiendo que en persona. En una reunión prefiero escuchar pero si ponen música soy la primera, me lanzo, bailo y me libero. En realidad soy muy tímida pero no dejo que me limite, lo supero y eso es lo que trato de inculcarle a mi nieta, ella baila muy bien ¡tiene una gracia!
En la vida de los adultos hay imprevistos que nos alteran y no reaccionamos como quisiéramos, cometemos errores, lo bueno está en reconocerlo y pedir disculpa para darle un ejemplo así ella también sabe reconocer sus errores y cómo disculparse.
Bueno, en esta nota hago el cierre reflexionando que en nuestra relación nieta abuela, podemos ser amigas, compartir y en que las dos aprendemos mucho una de la otra.
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